Apoyamos la 40-84: ley de desarrollo rural integral
Por: Rony Morales – UVOC-
La sociedad guatemalteca todavía experimenta un proceso de transición democrática que se empezaría a consolidar después de la firma de la paz Firme y Duradera, que además marcó el final de la guerra que vivió el país. Este proceso de democratización tiene dificultades y tropiezos dada la realidad de una sociedad dividida, fragmentada y enfrentada como la nuestra, situación que se ve agravada por las políticas económicas que han empobrecido más a la población, principalmente a los sectores indígena y campesino.
Aun así todos los sectores de la sociedad trabajamos para producir los cambios que la situación exige, al mismo tiempo que cultivamos una nueva actitud para enfrentar los retos y desafíos. Como campesinos productores de la riqueza en las fincas de cardamomo, café, caña, palma africana, hule, banano, ganado y en nuestros terrenos el fríjol, hortalizas y nuestro sagrado maíz somos parte fundamental de la sociedad guatemalteca. Sobre la base de esa realidad de productores de la tierra con nuestro trabajo diario, tenemos el derecho a impulsar el desarrollo rural y lograr nuestros derechos laborales.
Reconocemos también que en medio de esta situación todavía estamos saliendo de las consecuencias de la guerra interna y sobre todo de las acciones represivas del ejército en el área rural.
Como Unión Verapacense de Organizaciones Campesinas – UVOC- estamos conscientes que la elaboración de una estrategia que nos permita la aprobación de la 40-84 ley de desarrollo rural integral es importante, requiere de la participación de todos nuestros hermanos y hermanas Indígenas y campesinos, así como él compromiso de impulsarla y concretarla con su participación activa, y propositiva; con la flexibilidad que nos permita hacer cambios y ajustes que la realidad nos plantee, así como recibiendo y tomando en cuenta las sugerencias y opiniones de todos aquellos interesados en el progreso y el desarrollo con equidad social de nuestro país.
En el actual contexto político nacional la búsqueda de consensos, alianzas, concertaciones o de simples coincidencias se están constituyendo en las formas más relevantes para solucionar conflictos y de asumir juntos los retos y desafíos de cara al futuro. En ese sentido la capacidad de negociación que se tenga se va a reflejar en resultados concretos.
La comprensión de esas razones fundamenta nuestros planteamientos de aportar a una estrategia del movimiento indígena y campesino, a su metodología, sus criterios, sus demandas etc. Así como dotar junto a otras organizaciones e instituciones de los instrumentos teóricos y técnicos para la participación campesina en el desarrollo rural, concepto este que tampoco tiene una definición única, pero que nuestro propio trabajo nos ha enseñado los aciertos y desaciertos para configurar nuestro propio concepto de desarrollo rural.
Debemos seguir nuestra lucha, conocer el contenido de la 40-84 aprenderlo y aplicarlo. Son pasos que deben estar bien amarrados como lazos que unen nuestra fuerza, nuestro pensamiento y la unión que debe existir entre todos los campesinos e indígenas.
¿Qué es el desarrollo rural y cómo lo entendemos los campesinos?
Hablaré desde nuestra perspectiva como pueblos q´eqchi´s y Poqomchi´ que es el territorio donde trabajamos como -UVOC- el desarrollo rural significa instalar infraestructura social y económica en las áreas donde vivimos. Es producir el alimento suficiente para nuestras familias, comunidades y pueblos en condiciones humanas de trabajo, así como tener precios justos a nuestros productos. Devengar salarios que nos permitan vivir dignamente –Buen Vivir-. Es tener acceso a la educación, participar en las decisiones económicas, políticas sociales y culturales que tienen que ver con nuestras comunidades, municipios y regiones. Todo en el marco de una política general de desarrollo del país.
La injusta distribución de la tierra es el centro de muchos de los conflictos que ha vivido nuestro país y una limitación para su desarrollo; por lo que buscar su solución es prioritario para el futuro del país.
Es necesario crear un ambiente de respeto y confianza en el agro como premisas fundamentales para el desarrollo rural.
La solución a los conflictos de tierra es parte fundamental de la problemática y requiere de voluntad política del gobierno y medidas que inicien la solución de los conflictos más graves, atender las demandas más urgentes del campesinado, y evitar las consecuencias de enfrentamiento, derramamiento de sangre y pérdida de vidas humanas que Implica la lucha por la tierra y la vida. No hacerlo significa prolongar los problemas estructurales en el agro nacional.
Los conflictos de tierra es otro elemento que debe solucionarse de manera ágil. Las demandas sobre el uso, tenencia y propiedad de la tierra se hacen indispensable resolverlas, para que el campesinado tenga acceso a la tierra y de esa manera contribuír de mejor manera al desarrollo del país. Se deben detener los desalojos y activar inmediatamente las mesas de diálogo ya sea por seguridad jurídica, delimitación de linderos, propiedad en disputa, adquisición de tierras y acceso a tierras por otros medios.
La participación del campesinado es indispensable en la formulación, diseño y ejecución de las políticas y programas de desarrollo rural, cualquier proyecto que se impulse sin el consentimiento y participación de la población no tendrá el sustento social ni el enfoque de desarrollo rural integral.
Las negociaciones y alianzas. Sólo es posible encarar los retos y desafíos del futuro de manera unificada y con el concurso de todos los sectores sociales, en ese sentido todos debemos asumir la negociación como una forma de resolver conflictos acompañados de una actitud tolerante y flexible, sustentada en la firmeza y viabilidad de los planteamientos, pero en situación de paridad u horizontalidad. Para UVOC es necesario desarrollar una política de alianzas con todos los sectores, instituciones y personas que directa o indirectamente están relacionados con los intereses del campesinado. Debemos definir criterios sobre los consensos, las coincidencias, así como una actitud respetuosa de todas las posiciones, independientemente de que las compartamos.
Debemos buscar acercamientos con organismos nacionales, sector público e internacional en función del acceso a la tierra y el desarrollo rural.
Es necesario unir nuestras luchas y hermanarnos con las de organizaciones de mujeres, sindicatos, estudiantes, pobladores, pueblos mayas, ONG y la sociedad en su conjunto.
La participación cívico ciudadana es clave para lograr el pleno desarrollo rural y nacional, se hace indispensable impulsar programas de educación y formación de la conciencia cívica ciudadana. Como UVOC impulsaremos en el sector campesino programas que posibiliten la creación de una cultura participativa y propositiva.
Apoyamos la ley 40-84 nacida desde los sectores indígenas, campesinos organizados, ya que esa ley nació de las reuniones comunales, asambleas de regionales, encuentros de pueblos y encuentros campesinos, esa ley contiene las diez políticas que harán que los trabajadores del campo obtengan un verdadero desarrollo rural integral –Un buen vivir.
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